Evolución permanente
Hace 15 años que el ingeniero Ugolino Durán presidió al IMEI. En entrevista, relata cómo ha visto evolucionar al Instituto y las metas que alcanzó en sus dos años en la presidencia
Por Diana Lozano / Fotografía: cortesía
El ingeniero Ugolino Durán Lara, presidente del Instituto Mexicano del Edificio Inteligente y Sustentable A.C. (IMEI) de 2001 a 2003, y actual miembro del Comité de Honor y Justicia, habla de la evolución del Instituto, al tiempo que recuerda los momentos más sobresalientes de su periodo al frente de dicha asociación civil. Está convencido de que las futuras generaciones pueden hacer mucho más por el Instituto.
Además de ser referente en el segmento de la construcción, el IMEI puede evolucionar para convertirse en punto de partida en el ámbito ambiental y político, y sus decisiones impacten en la sociedad mexicana, donde la edificación sustentable ya es una realidad, pero falta que los involucrados conozcan todos los beneficios que ofrece”
¿Cómo fue su acercamiento al IMEI?
Fue gracias al ingeniero Miguel Ángel Reyes Rodal, uno de los directivos más importantes de Johnson Controls, y jefe de un servidor, en la década de 1990, y a la amistad que tenía con don Jorge Martínez Anaya (q.e.p.d.), fundador del IMEI.
Casi al final de dicha década, yo colaboraba en las oficinas de Monterrey, Nuevo León, para Johnson Controls. Una de mis responsabilidades como directivo era apoyar en congresos organizados por asociaciones nacionales o con las que Johnson Controls tenía alianzas, y como la empresa fue de las primeras patrocinadoras del IMEI, tuve oportunidad de impartir diversas conferencias para sus agremiados.
Recuerdo que, en esa época, la directora Ejecutiva del IMEI, licenciada Guillermina Leyva, me pedía impartir conferencias en la Ciudad de México, ya que le gustaba mi estilo, motivo por el cual constantemente me trasladaba desde Monterrey a la capital mexicana.
Así comencé a adentrarme en las actividades del Instituto. Después, mi participación fue cada vez más activa, y obtuve mejores relaciones comerciales para proyectos y también tuve beneficios propios, como incremento en ventas para la empresa en la que trabajaba y, además, conocí a muchos profesionales y amigos en un ambiente muy sano y profesional.
¿Cuál es su opinión del IMEI?
Hoy en día, el Instituto Mexicano del Edificio Inteligente y Sustentable se ha convertido en un referente para la proyección y difusión de la tecnología para edificios inteligentes y los sistemas de automatización en edificaciones altamente integradas. No sólo ofrece el diplomado “Especialidad en Tecnología de los Edificios Inteligentes y Sustentables”, sino que también promueve actividades sobresalientes como el Premio Nacional IMEI “Ing. Jorge Martínez Anaya” al Edificio Inteligente y Sustentable; al igual que conferencias mensuales, congresos y exposiciones.
El IMEI es un organismo clave para la investigación, actualización y el estudio de las construcciones altamente integradas y automatizadas. Al día de hoy, creo que le hemos dado un golpe de timón de manera importante, ya que ha evolucionado y se ha conformado por nuevas generaciones.
En la medida en que las personas sigan participando en el diplomado, en el premio y en los desayunos técnicos, creo que el IMEI permanecerá vivo durante varios años más.
Durante su presidencia, ¿qué logros se alcanzaron para ayudar a la consolidación del IMEI?
Mi presidencia, la cual fue de 2001 a 2003, fue la primera que duró dos años. Tuve el privilegio de reelegirme y así dar continuidad a los trabajos. Nos enfocamos en promover el diplomado anual, el cual tuvo mucho éxito. Éste se conformó por seis módulos y durante los dos años tuvimos a 95 graduados.
Otro logro fue que estabilizamos al Instituto en cuanto a su número de agremiados, se sumaron empresas que se dedican a la automatización y tecnologías de edificaciones inteligentes y, con ello, fortalecimos el papel del IMEI.
¿Qué satisfacción le dejó estar al frente del IMEI?
Durante los dos años al frente del IMEI tuve oportunidad de galardonar con el Premio Nacional IMEI a Torre Mayor, motivo por el cual conviví con el entonces presidente de México, Vicente Fox Quesada, y con el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Andrés Manuel López Obrador. Para mí fue un privilegio estar rodeado por personalidades de ese nivel y, más aún, fue muy gratificante premiar a un edificio tan importante como Torre Mayor, en ese entonces, el edificio inteligente y corporativo más grande de la Ciudad de México.
En el camino conocí a Arturo Aispuro, vicepresidente de Desarrollo Torre Mayor, quien pasó a ser secretario de Desarrollo Urbano de la Ciudad de México, lo cual me permitió tener acceso a información de primera mano.
Una de las últimas aportaciones de mi periodo, y lo digo con sencillez y humildad, fue añadir el nombre de don Jorge Martínez al Premio IMEI, quedando como: Premio Nacional IMEI “Ing. Jorge Martínez Anaya” al Edificio Inteligente y Sustentable, logro que se ha quedado en la memoria del Instituto.
¿Cuál fue el principal reto al que se enfrentó durante su periodo como presidente?
Encontrarme con gente que busca beneficios económicos más que beneficios académicos. Siempre habrá personas que tienen intereses personales y siempre existirán personas con egoísmos, que trabajan en institutos paralelos o en asociaciones independientes con fines de lucro que buscan, ante todo, beneficios económicos. Ése no es el objetivo del IMEI. Como asociación civil, los miembros tenemos que defender a capa y espada el beneficio real del Instituto Mexicano del Edificio Inteligente y Sustentable.
En la actualidad, ¿cómo promueve la filosofía del Instituto?
Cada que asisto a reuniones de negocio y alguien me solicita mi tarjeta de presentación, muestro primero la tarjeta de presidente honorario y vitalicio del IMEI y de inmediato la gente me pregunta, ¿qué es el IMEI? Me encanta explicarles qué es el Instituto y qué es lo que hace. Después les comparto mi tarjeta en donde se enteran que tengo un negocio de seguridad y espionaje, y así es como va caminando, siempre por delante, la promoción del IMEI.
Ahora, como miembro del Comité de Honor y Justicia, ¿cuáles son sus responsabilidades?
Los integrantes tenemos que velar por el bien de la nueva presidencia, elegir a los presidentes y velar porque los estatutos sean vigentes, que se renueven y dar aportaciones y prestigio al IMEI. Otra responsabilidad es evaluar diferentes construcciones cada año, gracias a la convocatoria del Premio IMEI. Estar en el Comité de Honor y Justicia nos permite tener una perspectiva más amplia del sector, lo que nos da herramientas para evaluar construcciones inteligentes, como barcos, aviones, campus en universidades, auditorios y maquiladoras, entre otras construcciones.
¿Cómo le gustaría ver al IMEI en un par de años?
Me gustaría que se centrara en el ojo del huracán de discusiones tecnológicas, pero también mediáticas; que tuviera presencia en medios de comunicación televisivos y que personas del ámbito político consulten al IMEI para la construcción de nuevos proyectos, e incluso, que debido esto se detengan construcciones que no cumplan con parámetros de ahorro de energía o de sustentabilidad. Me gustaría que no sólo sea un referente con gente especializada, sino en otros ámbitos sociales, y que las decisiones del IMEI impacten en la sociedad.
¿Algún mensaje que quiera compartir con las nuevas generaciones?
Insistir en que las nuevas generaciones no solamente se documenten y asistan a los diplomados y conferencias del IMEI, también motivarlos a que ocupen cargos importantes en asociaciones nacionales.
Los invito a que conozcan todos los beneficios que ofrece el IMEI con 25 años de trayectoria. Éste preserva a personas valiosas, como la licenciada Guillermina Leyva, directora Ejecutiva, quien está pendiente del Instituto, y siempre encuentra metas para fortalecerlo.